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Como
pensamiento personal, yo creo que lo ideal es encontrar a alguien con quien
congeniar y crecer como persona para tener relaciones, es decir, creo que es
necesario una relación de amor. Sobre todo porque son energías muy íntimas que
se ponen en contacto y que no hay que tomar a la ligera.
También creo
que habiendo acuerdo de partes, sería razonable mantener cualquier tipo de las
relaciones que mencioné, pero siempre respetando la libertad del otro. Sin
embargo, mi consulta es más de índole espiritual, es decir, de que es lo que
resulta más conveniente para alguien que es espiritual en estos casos.
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Apreciado N.:
Mi opinión es similar a
la tuya en cuanto a estos dos asuntos. Personalmente no estoy de acuerdo con la
promiscuidad sexual, entendida como la relación indiscriminada con diferentes
personas sin establecer compromisos afectivos estables y con relativa permanencia
en el tiempo.
No se puede negar que el
asentar nuestras emociones y nuestros instintos en una persona puede generar muchos
más aprendizajes, ya que es en la permanencia de una relación, en la
experiencia de su ciclo natural, donde podemos conocer al otro realmente y
conocer más nuestro interior. Es en las relaciones estables donde aparecen las
pruebas, se profundiza el amor, se aprende a ver con claridad las emociones y
salen a la luz las más profundas sombras de nuestro inconsciente. Mantener una relación
bajo todos esos aprendizajes es un reto necesario para el crecimiento del alma.
También el intercambio
de energías durante la relación sexual e incluso durante los encuentros
emocionales sin sexo, que es algo que pocos admiten o conocen, es un asunto que
debe manejarse con delicadeza e inteligencia. No es inteligente exponerse a
diferentes tipos de energía, con la posibilidad de que algunas sean
incompatibles con las nuestras; sin mencionar que todas las personas cargamos
algún nivel de energía negativa o densa como resultado de nuestros conflictos y
traumas personales y es durante el acto sexual donde mayormente se adhieren
estas a nuestra aura. ¿Con cuánta energía negativa estamos dispuestos a lidiar?
Quienes estamos buscando
vivir con más coherencia y con mayor fidelidad a nuestros principios superiores
(tus los llamas espirituales, aunque todos somos espirituales en diferente
grado), vemos tanto la promiscuidad como la falta de compromiso en las
relaciones de pareja como una especie de atadura que mantiene al ego
satisfecho; ciertamente fundamentar la vida en el placer temporal y llevar una
vida sin una estructura firme ni un proyecto de vida claro no es algo que
busque una persona que comienza a despertar sus estados superiores del Alma.
Gracias por tu pregunta
y espero que quieras compartirla.
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Muchas
gracias Denyse por la réplica. Realmente, luego de haber leído tu respuesta, te
comento que tengo precisamente el mismo pensamiento, que justamente es una
necesidad que proviene del ego, ya sea por condicionamientos sociales, por
requerir la aprobación de los demás o por una necesidad fisiológica.
Por tal
razón siempre entendí el comportamiento de muchas personas respecto a este tipo
de casos, pero quería compartir este pensamiento con alguien más.
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