martes, 30 de diciembre de 2014

El Alma: Puente entre Espíritu y Materia


Consulta realizada en el 2009



Hola...
Volviendo al cuento de comprender la parte espiritual del ser humano que me comentabas, en esta definición de "espíritu" que pongo abajo, encuentro dos hechos por los cuales yo pienso que comprender el hombre a nivel espiritual es imposible...
Definición de Espíritu: Unidad de conciencia que habita e interactúa con el universo según las limitaciones de su propia condición y su libre albedrío. Cuando no está encarnado, el espíritu es un trazo de energía sutil que vibra en una sintonía particular, contiene conceptos (se comunica con otros espíritus a través de conceptos e ideas) y no tiene necesidades que satisfacer para subsistir. El espíritu es creado imperfecto (con mente reactiva y ego) para que evolucione. Todo lo que tiene vida en el plano físico, está animado por un espíritu (desde un ser humano hasta un microbio).
1º: Al ser el espíritu una unidad de conciencia que habita e interactúa con el universo, eso significa que al no pertenecer al plano físico o material, está "fuera de nuestro control" y del de los demás.
2º: Las “limitaciones de su propia condición y su libre albedrío”, se tiran en la batica roja de cuadros, porque ¿quién rayos sabe cuál es la condición del espíritu?, y en nuestro libre albedrío a veces hacemos cosas que dañan nuestro espíritu y no hay manera de que nos "ayuden", porque simplemente a uno no le importa y/o no escucha razones y cree que todo lo que hace está bien.
Bueno lo dejo, y si te motiva tu espíritu para seguir estudiando y comprender el espíritu y ayudar a la gente empiece por comprender el mío... y me cuenta... jajajaja ...
Después le doy otra charla sobre por qué no siempre uno debería ayudar a la gente!... y como decía un profesor mío: "Ahí le dejo la inquietud"...
Atte, SB

Respuesta de Daniel:

Hola SB,
Para empezar, te comento que no estoy de acuerdo plenamente con la definición que me has enviado de “Espíritu”, ya que es una descripción, dentro de nuestra postura, algo limitada y confusa, no incluye la diferencia entre el “Alma” como el atributo o medio del Espíritu que nos permite dicha conciencia que mencionas allí. Nosotros definimos (si cabe tener alguna autoridad para definir algo que desconocemos) al Espíritu como esa esencia que compartimos con todos los seres proveniente de lo Absoluto y eterno, “la Chispa Divina”, lo más elevado y sagrado que surge del origen o principio de todas las cosas, llámese Dios, o como se quiera llamar… Pero cada gota de esta luz para expresarse en nuestra forma humana tiene un “alma humana”…
Cada reino de la naturaleza tiene su propia alma, nosotros los humanos tenemos la nuestra que nos hace diferenciarnos de estos y de los demás seres humanos, haciéndonos seres individuales. El alma es el medio a través del cual cada Espíritu se conecta con el mundo físico, es el poseedor de la mente en el ser humano y por lo tanto es el Yo Conciente y real que tenemos.
Como has dicho, conocer los misterios de nuestro Espíritu es casi imposible, de no ser por la existencia del Alma, que es el puente, un puente Mental, con el mundo espiritual. Desafortunadamente, bajo este concepto que me enviaste que apoya la dualidad Espíritu–Materia como dos elementos irreconciliables, resultado de la fragmentación entre la racionalidad y la religiosidad en la historia humana, no hay otra manera de ver las cosas más que separándolas. Pero si integramos y comprendemos el concepto del alma humana, podemos acercarnos poco a poco al terreno de lo que no vemos, de lo oculto, condición que no tiene por qué condenarse a ser inaccesible, pues si bien, hay cosas que aún desde lo físico no vemos pero sabemos que existen, ¿cuál es la garantía de que no existan también otras realidades, dimensiones, o planos de conciencia que nos acerquen al alma y al espíritu?
Basándome en esta postura, que no es solo mía, sino compartida por muchas antiguas y también recientes enseñanzas (hablo tanto de la enseñanza arcana propia de las antiguas civilizaciones, como de recientes posturas psicológicas), te compartiré mi visión sobre los dos puntos mencionados en tu carta:

1º: Al ser el espíritu una unidad de conciencia que habita e interactúa con el universo, eso significa que al no pertenecer al plano físico o material, está "fuera de nuestro control" y del de los demás.

Ya sabrás que consideramos al alma y no al espíritu como la unidad de conciencia que allí mencionas. El alma, al ser un intermediario entre el mundo físico y espiritual, contiene una mezcla de ambos: como bien sabes si la mente superior (iluminada por el espíritu) tiene su reflejo en nosotros como encarnados (tenemos una mente, que sin embargo está más influenciado a nuestro deseo egoísta). Pero en realidad son una sola, simplemente la que tenemos proviene del alma. Esta es la manera en que el alma, como atributo del espíritu participa del mundo físico y no como planteas allí, que solo se mueve en su “universo”. El universo es todo lo manifestado incluyendo lo físico y todo está perfectamente conectado.
Por otro lado, nosotros, aun estando encarnados, estamos siendo permeados permanentemente por ese espíritu que vitaliza todo lo existente, que es parte de aquello sagrado que está en todas las cosas; por lo tanto eso de no tener “control”, sobre esa realidad que desconocemos, me suena a una necesidad humana de “hacer o dejar de hacer” sobre algo que habita en medio de nosotros. Cada uno establece esa conexión, pero a su propio nivel, de acuerdo a sus capacidades, evolución y comprensión de su propia naturaleza.



2º: “Las limitaciones de su propia condición y su libre albedrío”, se tiran en la batica roja de cuadros, porque quién rayos sabe cuál es la condición del espíritu, y en nuestro libre albedrío a veces hacemos cosas que dañan nuestro espíritu y no hay manera de que nos "ayuden", porque simplemente a uno no le importa y/o no escucha razones y cree que todo lo que hace está bien.

Hay una diferencia entre la condición espiritual y la mental o de conciencia que es propia del alma: el espíritu es luz pura que se enriquece a un más con cada experiencia de su alma (y para nosotros y para cualquier humano, es muy difícil conocer más allá de esto por nuestra propia pequeñez evolutiva).
El alma a su vez es quien aprende del mundo físico, por lo tanto es quien necesita del libre albedrío y de dichas limitaciones en su proceso de aprender, vida tras vida y NO el espíritu. El espíritu es incorruptible, mientras que el alma como unidad individualizada sí es permeable al “daño”.
Pero sin esta libertad de decisión sería imposible estar expuestos también al aprendizaje. En cuanto a que “no hay manera de que nos ayuden” por el solo hecho de que cada uno tengamos esa libertad, creo que es una postura bastante radical, siendo sincero con vos. Pero esa es nuestra visión, nutrida por la experiencia de montones de personas a las que gracias a su apertura mental, a su convicción, a su esperanza o a otros factores se han permitido que algunos de nosotros les demos una mano cuando lo necesitaron.
He conocido muchas personas incluso con posiciones cerradas y poco humildes que han pensado que los rebaja el pedir ayuda, o que están cegados en su visión y no se han permitido ver otras “maneras” de salir de sus conflictos. Algunas de ellas con el tiempo y la paciencia nuestra se han permitido recibir algo de lo que humildemente podemos dar, otras las hemos visto hundirse en sus propias ideas, y otras tantas salen solas. La vida es así.
Pero el hecho de que algunas tengan la fuerza suficiente de vencer a solas sus problemas, no significa que muchas no puedan ser ayudadas… y créeme, teniendo en cuenta el estado actual de la humanidad, son bastantes…
Finalmente con respecto a tu comentario de que siga investigando sobre el espíritu, te comento que es algo que no dejaré de hacer, como dice la frase del msn, es un “intento”, no un logro comprender al hombre. El hombre es un mundo digno de descubrirse y de estudiar, además de ser la primera obligación de todo hombre el de conocerse, más para actuar mejor, que para “creerse” mejor, confiando en que esa acción esté a favor del servicio a los demás.
Antes de empezar por comprender tu “espíritu” mejor intentaré comprender mejor mi alma y ser más útil. A la vez, por supuesto, podemos dar una mano a quien así lo quiera siempre, basados en nuestros pequeños logros y experiencias; a nadie se obliga a ser “ayudado”, el ofrecimiento es otro intento más que responde a una misión personal, porque si en el mundo no hubiese nadie que supiera más, o menos cosas de la vida o de cualquier tema, nadie aprendería nada, nadie podría ayudar a nadie… y esto más allá de ser un gozo para el alma que busca los caminos del amor, si creo que sea un impulso del espíritu humano, cuando el alma despierta se da cuenta que en el mundo no está solo…

Un abrazo.

Daniel 

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