Consulta
realizada en el 2009
Hola...
Volviendo al cuento
de comprender la parte espiritual del ser humano que me comentabas, en esta
definición de "espíritu" que pongo abajo, encuentro dos hechos por
los cuales yo pienso que comprender el hombre a nivel espiritual es
imposible...
Definición de Espíritu: Unidad de conciencia que habita e interactúa
con el universo según las limitaciones de su propia condición y su libre
albedrío. Cuando no está encarnado, el espíritu es un trazo de energía sutil
que vibra en una sintonía particular, contiene conceptos (se comunica con otros
espíritus a través de conceptos e ideas) y no tiene necesidades que satisfacer
para subsistir. El espíritu es creado imperfecto (con mente reactiva y ego)
para que evolucione. Todo lo que tiene vida en el plano físico, está animado
por un espíritu (desde un ser humano hasta un microbio).
1º: Al ser el
espíritu una unidad de conciencia que habita e interactúa con el universo, eso
significa que al no pertenecer al plano físico o material, está "fuera de
nuestro control" y del de los demás.
2º: Las “limitaciones
de su propia condición y su libre albedrío”, se tiran en la batica roja de
cuadros, porque ¿quién rayos sabe cuál es la condición del espíritu?, y en
nuestro libre albedrío a veces hacemos cosas que dañan nuestro espíritu y no
hay manera de que nos "ayuden", porque simplemente a uno no le importa
y/o no escucha razones y cree que todo lo que hace está bien.
Bueno lo dejo, y si
te motiva tu espíritu para seguir estudiando y comprender el espíritu y ayudar
a la gente empiece por comprender el mío... y me cuenta... jajajaja ...
Después le doy otra
charla sobre por qué no siempre uno debería ayudar a la gente!... y como decía
un profesor mío: "Ahí le dejo la inquietud"...
Atte, SB
Respuesta de Daniel:
Hola SB,
Para empezar, te comento que no estoy de acuerdo plenamente
con la definición que me has enviado de “Espíritu”, ya que es una descripción,
dentro de nuestra postura, algo limitada y confusa, no incluye la diferencia
entre el “Alma” como el atributo o medio del Espíritu que nos permite dicha
conciencia que mencionas allí. Nosotros definimos (si cabe tener alguna
autoridad para definir algo que desconocemos) al Espíritu como esa esencia que
compartimos con todos los seres proveniente de lo Absoluto y eterno, “la Chispa
Divina”, lo más elevado y sagrado que surge del origen o principio de todas las
cosas, llámese Dios, o como se quiera llamar… Pero cada gota de esta luz para
expresarse en nuestra forma humana tiene un “alma humana”…
Cada reino de la naturaleza tiene su propia alma, nosotros
los humanos tenemos la nuestra que nos hace diferenciarnos de estos y de los
demás seres humanos, haciéndonos seres individuales. El alma es el medio a
través del cual cada Espíritu se conecta con el mundo físico, es el poseedor de
la mente en el ser humano y por lo tanto es el Yo Conciente y real que tenemos.
Como has dicho, conocer los misterios de nuestro Espíritu es
casi imposible, de no ser por la existencia del Alma, que es el puente, un
puente Mental, con el mundo espiritual. Desafortunadamente, bajo este concepto
que me enviaste que apoya la dualidad Espíritu–Materia como dos elementos
irreconciliables, resultado de la fragmentación entre la racionalidad y la
religiosidad en la historia humana, no hay otra manera de ver las cosas más que
separándolas. Pero si integramos y comprendemos el concepto del alma humana,
podemos acercarnos poco a poco al terreno de lo que no vemos, de lo oculto,
condición que no tiene por qué condenarse a ser inaccesible, pues si bien, hay
cosas que aún desde lo físico no vemos pero sabemos que existen, ¿cuál es la
garantía de que no existan también otras realidades, dimensiones, o planos de
conciencia que nos acerquen al alma y al espíritu?
Basándome en esta postura, que no es solo mía, sino
compartida por muchas antiguas y también recientes enseñanzas (hablo tanto de
la enseñanza arcana propia de las antiguas civilizaciones, como de recientes
posturas psicológicas), te compartiré mi visión sobre los dos puntos
mencionados en tu carta:
1º: Al ser el espíritu
una unidad de conciencia que habita e interactúa con el universo, eso significa
que al no pertenecer al plano físico o material, está "fuera de nuestro
control" y del de los demás.
Ya sabrás que consideramos al alma y no al espíritu como la
unidad de conciencia que allí mencionas. El alma, al ser un intermediario entre
el mundo físico y espiritual, contiene una mezcla de ambos: como bien sabes si
la mente superior (iluminada por el espíritu) tiene su reflejo en nosotros como
encarnados (tenemos una mente, que sin embargo está más influenciado a nuestro
deseo egoísta). Pero en realidad son una sola, simplemente la que tenemos
proviene del alma. Esta es la manera en que el alma, como atributo del espíritu
participa del mundo físico y no como planteas allí, que solo se mueve en su
“universo”. El universo es todo lo manifestado incluyendo lo físico y todo está
perfectamente conectado.
Por otro lado, nosotros, aun estando encarnados, estamos
siendo permeados permanentemente por ese espíritu que vitaliza todo lo
existente, que es parte de aquello sagrado que está en todas las cosas; por lo
tanto eso de no tener “control”, sobre esa realidad que desconocemos, me suena
a una necesidad humana de “hacer o dejar de hacer” sobre algo que habita en
medio de nosotros. Cada uno establece esa conexión, pero a su propio nivel, de
acuerdo a sus capacidades, evolución y comprensión de su propia naturaleza.
2º: “Las limitaciones
de su propia condición y su libre albedrío”, se tiran en la batica roja de
cuadros, porque quién rayos sabe cuál es la condición del espíritu, y en
nuestro libre albedrío a veces hacemos cosas que dañan nuestro espíritu y no
hay manera de que nos "ayuden", porque simplemente a uno no le
importa y/o no escucha razones y cree que todo lo que hace está bien.
Hay una diferencia entre la condición espiritual y la mental
o de conciencia que es propia del alma: el espíritu es luz pura que se
enriquece a un más con cada experiencia de su alma (y para nosotros y para
cualquier humano, es muy difícil conocer más allá de esto por nuestra propia
pequeñez evolutiva).
El alma a su vez es quien aprende del mundo físico, por lo
tanto es quien necesita del libre albedrío y de dichas limitaciones en su
proceso de aprender, vida tras vida y NO el espíritu. El espíritu es
incorruptible, mientras que el alma como unidad individualizada sí es permeable
al “daño”.
Pero sin esta libertad de decisión sería imposible estar
expuestos también al aprendizaje. En cuanto a que “no hay manera de que nos
ayuden” por el solo hecho de que cada uno tengamos esa libertad, creo que es
una postura bastante radical, siendo sincero con vos. Pero esa es nuestra
visión, nutrida por la experiencia de montones de personas a las que gracias a
su apertura mental, a su convicción, a su esperanza o a otros factores se han
permitido que algunos de nosotros les demos una mano cuando lo necesitaron.
He conocido muchas personas incluso con posiciones cerradas
y poco humildes que han pensado que los rebaja el pedir ayuda, o que están
cegados en su visión y no se han permitido ver otras “maneras” de salir de sus
conflictos. Algunas de ellas con el tiempo y la paciencia nuestra se han
permitido recibir algo de lo que humildemente podemos dar, otras las hemos
visto hundirse en sus propias ideas, y otras tantas salen solas. La vida es
así.
Pero el hecho de que algunas tengan la fuerza suficiente de
vencer a solas sus problemas, no significa que muchas no puedan ser ayudadas… y
créeme, teniendo en cuenta el estado actual de la humanidad, son bastantes…
Finalmente con respecto a tu comentario de que siga
investigando sobre el espíritu, te comento que es algo que no dejaré de hacer,
como dice la frase del msn, es un “intento”, no un logro comprender al hombre.
El hombre es un mundo digno de descubrirse y de estudiar, además de ser la
primera obligación de todo hombre el de conocerse, más para actuar mejor, que
para “creerse” mejor, confiando en que esa acción esté a favor del servicio a
los demás.
Antes de empezar por comprender tu “espíritu” mejor
intentaré comprender mejor mi alma y ser más útil. A la vez, por supuesto, podemos
dar una mano a quien así lo quiera siempre, basados en nuestros pequeños logros
y experiencias; a nadie se obliga a ser “ayudado”, el ofrecimiento es otro
intento más que responde a una misión personal, porque si en el mundo no
hubiese nadie que supiera más, o menos cosas de la vida o de cualquier tema,
nadie aprendería nada, nadie podría ayudar a nadie… y esto más allá de ser un
gozo para el alma que busca los caminos del amor, si creo que sea un impulso
del espíritu humano, cuando el alma despierta se da cuenta que en el mundo no
está solo…
Un abrazo.
Daniel
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