Asesoría
brindada en el 2010
Hola C.,
Gracias por abrirte a nosotros y contarnos tu vida. He
tomado algunas de tus palabras para darte mi opinión y tratar de ayudarte desde
lo que hacemos.
Me di cuenta según lo que me escribes en que has resaltado
que no eres una persona feliz y estás insatisfecha con tu vida. Lo que en mi
parecer es el núcleo del asunto. Dices que "No soy una persona feliz, no
me siento a gusto con lo que hago, y siento como si esta no fuera mi vida… no
se cómo explicarlo pero así me siento". No es necesario que expliques
porque sabemos lo que se siente. Sin embargo, desde nuestra experiencia hemos
aprendido que aquello que nos hace "felices" tiene que ver mucho con
la actitud que decidimos tener frente a la vida y todo lo que se nos presenta.
Ser feliz es un estado natural, que nosotros sepultamos en la tierra cuando
estamos ciegos y somos incapaces de ver las cosas buenas. Nada es totalmente
malo... pero entiendo tu estado y para comenzar a sentirte mejor, debes empezar
por confiar en que dentro de ti existe el poder de cambiar las cosas. Las cosas
que te han ocurrido a ti y a tu familia, todo lo que tienes afuera de ti,
aquello que deseas (estudio, dinero, etc.) no deben ser la razón de tu
felicidad o infelicidad. Una cosa es alegrarte o estar triste... eso son
emociones que van y vienen, porque los problemas siempre existirán. La
felicidad va más allá de los problemas, es la simple gratitud interna por lo
que tenemos y por lo que somos. Y solo falta que empieces a descubrir lo
hermosa que eres por dentro solo por el hecho de ser un ser humano, una alma
que busca y si deseas un Ser de luz - o hijo de Dios como lo dicen en las
religiones-. Ante todo aprende a apreciar cuantas cosas se te han dado para
vivir, desde la maravilla de tu cuerpo físico, hasta la posibilidad de crear
con tus manos, con tus pensamientos; así como la posibilidad de sentir lo que
elijas. Muchos de nuestros pensamientos y emociones son elecciones nuestras. Si
decides elegir sentirte abrumada por lo que te ocurre verás todo de manera
oscura, pero si decides ver lo que has logrado y lo que tienes para darte y dar
a otros, todo cambiará. Las cosas se ven con los lentes que te pongas.
Infinidad de personas han vivido situaciones más terribles y angustiosas, y
algunas de ellas no se han rendido y otras han salido adelante solo por esto:
creen en sí mismas, creen que la vida no "golpea", sino que les
enseña a ser fuertes. La felicidad es un estado interior al que puedes acceder
si lo decides así, si decides cambiar tu manera de ver las cosas y cambiar
primero por dentro para que lo de afuera mejore también.
Hemos visto que esta manera de ver la vida, como a la
mayoría de nosotros nos ha sucedido, viene en parte por la educación que
traemos de nuestros padres y familiares. Por ejemplo tú dices que a tu familia
"como que el dinero no les rinde y cuando las cosas van bien algo pasa y
sale todo mal". En la mayoría de las personas y familias enteras, existen
muchos complejos que se heredan. Uno de ellos es el complejo de
"carencia". Siempre pensamos en función de lo que "hace
falta" y no en lo que ya tenemos. La mejor manera de lograr salir de un
estado de pobreza es no creerse pobre. Cuando nos creemos sin nada, solo atraemos
pérdidas. Las cosas que tenemos son el resultado de nuestras creencias y
pensamientos, nuestro pensamiento atrae las cosas, y a menudo es más fuerte el
pensamiento que justifica el miedo que aquel que apoya nuestra sensación
interna de paz, aceptación y gratitud. Cuando deseamos algo, por lo general lo
sentimos desde el miedo a no tenerlo. Es el miedo el que hace que el dinero se
esfume, que los planes no salgan, que el trabajo se pierda, que más necesidades
aparezcan. Es difícil cambiar esta manera de pensar, pues nos educaron para
tener miedo de ser "pobres" y no tener como vivir. Pero cuando abres
los ojos y dejas que tus capacidades se brinden a los otros, te das cuenta que
no es tan difícil "sobrevivir" y que más importante que preocuparse
por el pan físico y la ropa nueva, es aprender a vivir con los demás y para los
demás. Sólo de esta manera la vida retribuye de manera abundante satisfaciendo
nuestras necesidades.
Una de las cosas que desafortunadamente tienes bloqueada es
justamente tu capacidad de socialización, tan importante para mostrar tus
capacidades y darte a los demás como te acabo de decir. Dices que "en la
escuela era muy difícil, tenía que adaptarme a las personas nuevas y como yo
nunca he sido una persona que haga amistades pronto, pues fue muy
difícil."... "cuando a mí me preguntaban algo no sabía que contestar…
es que a mí cuando hablo con otras personas como que no se qué decirles; es
como si mi mente se pusiera en blanco. Tal vez por eso no tuve amigos."...
"soy muy tímida" y más adelante dices: "Hay días que me pongo a
pensar: por qué la vida es así"... "ni sé que realmente quiero… ni sé
cómo manejar mi vida ni a qué rumbo voy."
Según lo que me contaste de tu infancia con tu abuela, es
evidente que se crearon también grabaciones inconscientes y no te enseñaron a
quererte a ti misma. Desde que te negaron la posibilidad de socializarte
generaron esa timidez e inseguridad propia de quien no sabe cómo intercambiar
con otros. Esta barrera debes romperla, es lo primero que debes hacer si deseas
salir adelante, pues el encierro en uno mismo te hundirá en estados cada vez
más pasivos y probablemente te conduzca a depresiones mayores. La base para
lograr esto es convencerte a ti misma de que eres una persona tan valiosa como
cualquiera, sumamente importante para los que te rodean, sin caer en la
superioridad. Si estás en el mundo es porque eres única, y la mezcla de tus
talentos son necesarios para cualquiera que te conozca, pues de todas las
personas se aprende. Para poder adquirir esa seguridad en ti misma, trata todos
los días de descubrirte y conocerte. Reconoce las cosas positivas que tienes y
muéstralas al mundo. Piensa en las cosas que te interesan, analiza por qué
sueñas con ciertas cosas, qué te atrae, qué te apasiona por qué cosas estarías
dispuesta a jugarte la vida y establece metas concretas. Es lindo soñar para
motivarnos a nosotros mismos, pero mejor aún es ponerse metas reales e intentar
cumplirlas: por ejemplo, realizar un estudio determinado o terminarlo bien
(aprender inglés es una base importante para ti según lo que veo), buscar un
empleo mejor o sacarle provecho al que tienes por más sencillo que sea, mejorar
las relaciones familiares, y en especial conseguir amigos y contactos que te
favorezcan. Es importante aprender a expresar tus ideas y sentimientos. Tú
dices que "mis papás ni mis hermanas me vieron llorar nunca, a veces me
miraban triste y me preguntaban y yo les decía que no tenía nada. Nunca les
dije nada porque yo pensaba que me iban a decir que estaba loca o algo así".
La represión solo te lleva a dos caminos: la frustración y con el tiempo a la
violencia o autoagresión. Es vital que compartas tus cosas con personas de
confianza, que te abras para que descargues tus conflictos. Tu larga carta es
una muestra de esa necesidad. Por otro lado procura evitar la necesidad de
aprobación. Aunque es básico en los humanos sentir deseos de ser valorados y
reconocidos, trata de que la opinión ajena no te afecte, trata de vivir de
acuerdo a tu criterio y basado en lo que crees. No me refiero a gritarle al
mundo que "eres de una manera y que se mueran todos", me refiero a
ser indiferente por lo menos ante la crítica y a ser fuerte frente a la
amenaza. Levanta la frente en alto y siéntete feliz por lo que eres.
Con respecto a la relación con tu hermana menor dices que
"Mi hermana mayor sí le habla, pero como que le guarda rencor por todo lo
que ella dijo y porque no nos dijo nada que se iba. Cuando hablamos con ella
como que ya no es lo mismo… yo trato de que sea igual que antes pero ya la siento
diferente". Es natural sentir recelo frente a alguien que nos ha
defraudado, sin embargo si la amas como la hermana que nunca dejará de ser, es
posible que con el tiempo estas heridas sanen. El orgullo es la barrera más
grande que existe entre un ser humano y otro y la cadena más pesada que nos
separa de Dios. Trata de vencer con el tiempo esto y si aún no eres capaz de
perdonar, por lo menos evita pagar con mal el "mal". En ese caso
sería mejor ser indiferentes y dejar que todo siga su curso sin que el
resentimiento nos devore (porque hace más daño el desprecio a quien lo da). Tu
hermana menor ya tendrá suficiente con tener que encargarse a tan temprana edad
de una menor, a solas y de paso componer su vida como para poner una carga
adicional de desprecio. Siempre hay que intentar ayudar más allá de los actos
de la gente y se debe empezar por la familia. Cada cual recoge lo que sembró de
acuerdo a sus obras. Deja que ella recoja lo suyo y tú intenta sembrar mejor,
para que en el futuro encuentres una mano cuando lo necesites.
Cuando reiteras que "No me siento una persona feliz y
no creo que mis papás lo sean porque ellos también han sufrido cuando eran
niños, ni tampoco lo son mis hermanas pero como a nosotros nunca nos gusta
decir nuestros sentimientos preferimos callarlos” pareciera que marcas tu vida
con estas palabras, como si fuera un castigo heredado de familia. No lo
permitas. Sal del círculo de los malos aprendizajes y la desesperanza y cuando
estés mejor contigo misma, intenta influenciarlos, teniendo en cuenta que no
podemos cambiar a los demás, pero si podemos hacer mucho por nosotros mismos si
nos lo proponemos.
También dices que "Mi familia no es muy religiosa y a
veces yo pensaba que dios no existía, me ponía a mirar el cielo y sentía un gran
vacío en el corazón y me preguntaba dónde podía estar dios. "… "leí
un libro de ángeles donde se dice que cada uno tenemos un ángel, de ahí empecé
a pensar más en dios pero creo que aún no lo he podido encontrar… creo que
existe pero como que todavía no estoy cerca de él. Y cuando me pongo triste y
pienso que dios existe me animo un poco pero hay veces que no puedo dejar de
sentir soledad." La fé es certeza interna de realización, convicción de
que las cosas buenas de la vida existen para todos los seres. Pensar así
también es una elección, y créeme que solo los que tienen esta verdadera fe son
los que salen adelante. Nosotros creemos en El Supremo, en lo Absoluto, en
aquella Mente Universal o Fuente de lo que existe, sin importar la religión que
lo pregone. Es apenas un asunto de lógica que al observar los milagros de la
vida, la transformación de las personas, y la inteligencia de la naturaleza y
de cuanto se crea en el mundo, podamos tener la certeza de Dios. Pero lo
importante es que empieces a darte cuenta que tú eres un trozo de luz que viene
de Èl y buscarlo fuera de ti misma puede hacerte confundir, a menos que
aprecies su presencia en todas las cosas bellas, buenas y justas de la vida. Él
es Luz Total y mientras andemos en oscuridad interiormente, nos costará
sentirlo, a menos que aumentemos nuestra propia luz. Quizás sientas que tu
llama sea pequeña y a veces parezca extinguirse, pero siempre está ahí por el
solo hecho de haber tenido la oportunidad de vivir y existir. Intenta recobrar
esa fe. Por ahora más que hablar con un ángel o creer en lo que te dicen, busca
dentro de ti el mensaje que tu conciencia y tu Espíritu te dan, pues te aseguro
que ahí está la vía a través de la cual hablamos con Dios. Serena tus emociones
primero, levántate en la mañana agradeciendo las nuevas horas que te regalan
para vivir, y antes de dormir agradece también lo recibido. Verás que es
mucho...y con el tiempo será más a medida que con humildad aceptes lo que tú
misma has sembrado. No podemos recordar todo nuestro pasado, pero recuerda
bien: nuestro presente es el resultado de lo que alguna vez hicimos y de
aquello en lo que creemos. Por eso desde ahora, cree en ti, cree en un mejor
mañana y recobra la fe en Dios. Todo dolor es una manera de aprender. Busca
aquello que debes aprender y empieza a corregirlo. Verás que cada día podrá ser
mejor.
Un abrazo,
Denyse
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