Sesión
realizada en el 2009
Canalización del Yo Superior de Denyse.
Interlocutor: Daniel Asamuya
Interlocutor:
Preguntas realizadas por J.L.; la primera inquietud es: ¿Qué son los egrégoros?
Esto viene de un texto que dice: “Podemos crear pequeños “espíritus”
–por así decir-, o una pequeña energía creada mentalmente; también podemos
crear energía positiva, que es similar a la fe, y sería el opuesto de los egrégoros”.
Denyse: Bueno,
este texto es un poco simple en el sentido de tratar de explicar este fenómeno
mental, aunque no está muy claro, está algo incompleto; en todo caso no es muy
importante si se le llama egrégoro, o de otra manera; creo que para utilidad de
esta canalización lo importante del tema es saber que los seres humanos tenemos
un poder que está dado por nuestra parte espiritual en conexión con nuestra
conciencia, con nuestra alma; ese poder es el poder de crear, y el uso de este poder creador, desafortunadamente por
nuestro estado de adormecimiento, por ese estado de inconsciencia en el que a
comunmente estamos, no lo empleamos de la manera más sabia posible.
Entonces, cuando se dice que existen “espíritus” –entre
comillas-, o entidades que los seres humanos somos capaces de crear a través de
ese poder, de nuestra energía mental, a lo que se están refiriendo, tal como lo
explicaban los antiguos alquimistas, o magos, es a la creación de formas
mentales, es decir, energía mental que podemos proyectar, que genera una forma,
con unas cualidades y una intencionalidad determinadas.
Se le han llamado egrégoros
a estas grandes fuerzas mentales que cobraban vida por sí mismas porque eran la
suma de diferentes proyecciones de energía mental de varias personas,
particularmente de un grupo que tuviera una finalidad común, o un pensamiento
común, o compartían un arquetipo colectivo, un deseo colectivo, una visión
colectiva o paradigma.
Cuando varias personas se ponen de acuerdo, o sin ponerse de
acuerdo necesariamente, pero coinciden entre sí en un mismo pensamiento, en una
misma idea, al proyectar ese pensamiento, esa idea, liberan esa energía y
forman entre todos esa gran macroenergía o fuerza viva de energía mental que
influye sobre todo el grupo en general. Eso es el egrégoro.
En el texto se le confunde con “espíritu” porque tiene
características similares a una entidad individual, pero son fuerzas de energía
que no tienen conciencia de sí mismas, simplemente son creadas y habitan el
plano astral, y empiezan a afectar nuestras emociones, influencian nuestros
estados anímicos, e influencian nuestras decisiones si estamos dormidos; si no
somos conscientes somos arrastrados por esa fuerza creada por todos.
Algunos ejemplos de la cotidianidad nuestra son las energías
que se forman entre los aficionados al fútbol e incluso dentro de los diferentes
clubes, o cualquier otro deporte con el cual alguien se “identifique”. También
los que tienen un determinado tipo de música como afición y se reúnen, o un
estilo de baile particular. En este
grupos de aficionados se crean egrégoros.
También en los sitios de reunión de religiosos, en una
determinada iglesia, o en algún grupo político, o en una comunidad que tenga
una actividad cultura tradicional o unas acciones que los hagan identificarse
como grupo, también vive en esa fuerza del egrégoro, como entidad viva, si se le
puede llamar así, que está infiltrada en una mentalidad colectiva, y que los va
a afectar.
Si una persona dice ‘yo me siento movida por ese grupo o
afición’, ‘cuando entro acá o estoy con ellos, me dejo contagiar de todo el mundo’,
‘desde que me uní a este grupo he terminado pensando prácticamente como ellos’;
esto que las personas expresan es la fuerza del egrégoro actuando en ellas.
Es un poco más amplio el concepto de lo que se planteó en el
texto; pero puedo percibir la intención de la pregunta y entiendo que, aunque
haya aclarado un poco esto, no es tan fácil de comprender; porque a la mayoría
nos cuesta entender que detrás de lo que vemos cotidianamente como cuerpos
físicos existan otras realidades que son invisibles, que hacen parte de otros
planos, pero que también tienen energía emocional y mental, proveniente de
nosotros mismos. Y como dichas energías mayormente son densas, de esa misma
forma se genera el egrégoro.
Otro ejemplo de formas mentales creadas por nosotros es lo
que comúnmente se conoce como larva astral, que es la energía creada por una
sola persona, que es densa y llega a parasitar al individuo; es decir, una vez
yo creo a esa energía, esta me sigue acompañando como una especie de mancha
pegada a mi aura…
Interlocutor: ¿Y
los residuos energéticos de entidades desencarnadas… o encarnadas también?
Denyse:
Encarnadas; el encarnado es el que tiene el poder de crear las formas mentales…
Ahora, la energía abandonada por personas desencarnadas es aquello que creo en “vida”
física y quedó en su cuerpo astral. Luego cuando el Alma se desprende de este
cuerpo astral, se le llama cascarón astral y también parecen entidades
(fantasmas)…pero es solo residuos energéticos que al tiempo se desintegran y no
tienen ningún poder ni voluntad.
Interlocutor:
Trato de ponerme en el lugar de una persona que no entiende mucho de estos
temas… como preguntaría una persona común…
Denyse: Si,
claro!...La persona que ya ha desencarnado es otra historia, ya que los cuerpos
que lo mantuvieron en este plano de manifestación física, que son su cuerpo
mental básico o denso, su emocional o astral, energético o vital y obviamente el
físico están haciendo parte de esos planos correspondiente y allí se empiezan a
“descomponer” cuando la persona queda como un Alma pura, se encuentra consigo
misma.
Pero esto no pasa eso en todos los casos, y entonces ya
estaríamos hablando de otra cosa muy diferente, como por ejemplo la influencia
de una entidad que recién desencarna, y está apegada al plano físico con su
cuerpo astral, y es diferente eso a hablar de las energías que nosotros mismos creamos.
Algunos hablan de “espíritus del error”, como mal les han llamado, atribuyéndoles
la capacidad de hacer “foco”, que se podría entender como una forma de creación
de energía. Dudo que esto pueda ser posible, pero hay que saberlo diferenciar
de lo que los seres encarnados generan diariamente con sus pensamientos, con sus
emociones en el diario vivir. Somos nosotros los que “focalizamos”, o sea
estamos creando en nuestro ambiente y quedan adheridas al campo áurico de ellos
mismos y de otras personas también.
Hemos mencionado dos formas mentales: egrégoros y larvas
astrales; son formas de energía viviente que el ser humano es capaz de crear a
partir de la proyección de su energía mental y emocional hacia el exterior, y
de ahí en adelante se pueden explicar otros “fenómenos”, que en realidad son
parte de nuestra naturaleza humana. Cuando hablamos de las agresiones psíquicas
que se hacen a otras personas, cuando se dicen que envían energías negativas
como envidias y rencores, ese tipo de cosas, se está hablando exactamente de lo
mismo, de creación de formas mentales de energías que pueden afectar a los
demás con el solo hecho de imaginarlas, visualizarlas, pensarlas, con una
intencionalidad generalmente negativa hacia los demás.
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