Nuestros tres principios (III)

Tercer Principio

Compartimos nuestras verdades relativas, como la información percibida en el amplio espacio sutil de la Mente del Planeta, de nuestros Guías personales y lo mejor de nuestra Esencia espiritual sumado al esfuerzo unificado de nuestros colaboradores, desde la base de su saber científico y de los trabajos de otros investigadores;  todo ello como un trabajo de puesta en Acción de nuestras sinceros propósitos de Servicio.

Nuestra premisa fundamental es la motivación de nuestros lectores hacia el encuentro con su propia espiritualidad y con aquellas verdades que hemos considerado necesarias para despertar del letargo vivido en nuestro planeta. Tanto nosotros como responsables de esta blog, como cada persona que se acerque a nuestras páginas, estamos, por lo tanto, viviendo juntos este camino de descubrimiento, un camino hacia Verdades cada vez más cercanas a lo Absoluto.  Por eso no esperamos de nuestros lectores ningún “sentido de pertenencia” o fidelidad frente a los temas y actividades promovidas por este blog; no nos consideramos reveladores irrefutables de paradigmas cerrados y lo último que pretendemos es sumar discípulos o fans. Nuestra forma de trabajar, así como el alcance de nuestro trabajo es explicado en el artículo “Aclaraciones” en el cual se amplía el concepto general de trabajar conscientes de nuestras limitaciones humanas, estimulando en los demás ante todo el encuentro individual con sus potenciales y  con su propio Guía  o Maestro Interior.

La Acción que nos identifica es inspirada en el Principio Superior de Voluntad. El uso que hacemos de nuestra libertad en publicar y compartir nuestra información va de la mano del respeto de la libertad de pensamiento de cada ser humano y es en esa medida que asumimos nuestro servicio de manera abierta sin expectativas mayores a las que cada uno esté dispuesto a tener para sí mismo. Buscamos aquella fuerza que impulse el valor de confrontación sin hostilidad, la expresión de nuestro saber sin estigmatismos y la constancia de la renovación y retroalimentación que otros puedan brindarnos. Y si en nuestra inmadurez espiritual nuestro lenguaje se tornase inapropiado para los principios acá establecidos, nosotros mismos los aceptamos como parte de nuestro progreso y así mismo los observaremos para su debida transformación. De esta manera aspiramos como grupo a convertir el motor de nuestro Amor y la claridad de nuestra propia Inteligencia en ese Servicio que en realidad pueda ser un puente de cambio positivo para las almas nuestras y de quienes se acerquen a estas páginas.