viernes, 26 de septiembre de 2014

Aclaraciones acerca de nuestro trabajo



Como ha explicado Horacio Velmont en múltiples e-mails, la dinámica de nuestro trabajo en equipo se fundamenta en las canalizaciones conscientes o en estado de sofrosis meditativa (sesiones) de los canalizadores Daniel Asamuya y Denyse Gómez, quienes poseen dicha habilidad desde la infancia aunque en diferentes grados y enfoques.
Daniel Asamuya tiene un espectro más ampliado de percepción con el campo mental planetario y el registro akásico de las personas y seres espirituales con los que puede contactarse por afinidad (según  la ley de vibración), y esto le permite un acercamiento más preciso de hechos concretos, o de tipo histórico (los hechos ocurridos quedan grabados en el campo magnético planetario y en la memoria akásica de las personas) necesarios para la aclaración de incógnitas o de experiencias pasadas (tal como se puede percibir al contactarse con el Yo Superior de los consultantes en las terapias). 
Ambos canalizadores se abstienen de realizar contacto espiritual con entidades consideradas Maestros de la Humanidad, en primer lugar por conocimiento de su propio estado vibracional y en segundo lugar porque de acuerdo a las experiencias pasadas hay un mayor riesgo de marcar la información transmitida por dichos seres con los preconceptos que se encuentran en el inconsciente colectivo.
Además dentro de la guía espiritual que ellos han recibido está un acentuado interés y recomendación de enfocar el trabajo hacia la trasmisión de mensajes que apoyen la evolución y la toma de conciencia humana, y no la mera develación de enigmas ni la reconstrucción de paradigmas científicos, trabajo que corresponde más a las personas encarnadas como parte de su crecimiento integral. Por otro lado, muchos de los mensajes espirituales de los maestros de la humanidad ya se encuentran disponibles en textos y en esencia en diversos grupos espirituales, pues hacen parte del trabajo arduo que ellos en vida realizaron en nuestro planeta de la mejor manera posible y en síntesis nos invitan a construir nuestro propio camino espiritual, evitando de esta manera la codependencia y el fanatismo. Esto no significa que los directores no estén comprometidos con la divulgación y reactualización de enseñanzas espirituales en pos de la unificación e integración de los diversos caminos que emergen hacia la misma finalidad superior de mejorar nuestro actual estado humano.
La canalizadora Denyse Gómez, viene trabajando desde su juventud en la recepción, integración  y escritura de este tipo de mensajes espirituales y esotéricos, complementando de esta manera las habilidades psíquicas propias de Daniel.  De esta manera la información captada por uno es contrastada con las percepciones del otro logrando así un enfoque que permita convertir la información canalizada en guías útiles para las personas que resuenen con la filosofía del grupo y busquen despertar y sanar interiormente. Los trabajos unificados y la experiencia de esta pareja en las terapias realizadas han abierto una visión más integradora del ser humano y un conocimiento del mundo espiritual profundo y válido para muchos buscadores de la verdad.
Debido a que cada canalizador tiene su propio lenguaje y formas de expresar conceptos trasmitidos por guías espirituales personales o su Yo superior, los canalizadores han tomado la decisión de hacerse cargo de manera personal y a su nombre de la información transmitida sin delegar dicha responsabilidad a la fuente, pues asumen que aquella es mucho más fina y acercada a la realidad que sus propias interpretaciones. Dicha determinación responde a la ética asumida en el trabajo de canalizar, ya que según las explicaciones dadas sobre la misma, no es un hecho infalible y perfecto, sino que es influenciado por múltiples factores de los cuales los canalizadores son plenamente conscientes. Para conocer a profundidad sobre la canalización se puede ir a la etiqueta  “Canalizar” de este blog.
En síntesis, los canalizadores reconocen sus limitaciones humanas naturales, relacionadas con su nivel evolutivo y de conciencia espiritual actual. Es de sentido común comprender que si se encuentran encarnados en esta parte del planeta asumiendo el karma colectivo de la humanidad y el propio, ellos también caminan a la par de muchos buscadores y solo aspiran a ser meros referentes o guías a la medida de quienes se sientan identificados con sus interpretaciones de la realidad que puedan percibir, más allá de sus facultades.  El estado de iluminación es considerado un logro propio de quienes se encuentran cerca al estado Crístico, los cuales son muy pocos en el planeta (misiones espirituales muy especiales marcadas por una filosofía con acceso a colectividades y pueblos) y toda sugerencia a estados de conciencia superior que amerite el apego desmedido de seguidores y exija la credibilidad de los mismos son considerados por nosotros como fachadas de roles de superioridad, meros aspectos de un ego enardecido de los cuales procuramos estar atentos para no caer en ello.
Todos los que estamos en este camino de transmisión de información y mensajes con fines elevados no somos más que meros obreros en la tarea de expansión de conciencia, trabajadores de la luz que conservamos como aspectos comunes los principios de Amor, Inteligencia y Voluntad en progresivo desarrollo. A menudo, algunos lectores tiene la presunción de considerar a los canalizadores como fuentes de cualquier tipo de información; suponen que las habilidades poco comunes de estos no tienen límites y pueden acceder a través de ellos al contacto con cualquier entidad, esté en mayor o igual nivel vibracional que el canalizador y con cualquier concepto por más difícil que este sea, lo cual es un error desde nuestra perspectiva y experiencia. Cada canalización y cada mensaje trasmitido está íntimamente relacionado con las entidades que pueden contactarse de acuerdo a la ley de vibración que permite la afinidad espiritual mayor con unas entidades más que con otras y el conocimiento previo del canalizador tiene su influencia, positiva o negativa, sobre la traducción de mensajes canalizados. Existen conceptos intraducibles aún para el más experto canalizador pues la luz que ilumina la conciencia no está plenamente despierta en la mayoría de las personas, especialmente las encarnadas en esta parte del planeta; y también hay temas más fáciles de traducir de acuerdo a las experiencias personales, certezas y prácticas recogidas por la historia personal del canalizador.
El esfuerzo de todo canalizador consiste pues en ser cada vez más sincero, integrador y despersonalizado. El mejoramiento de su nivel de conciencia le permite acceder a niveles de percepción cada vez mayor y una muestra de su propia superación es la capacidad de percibir desde su propio Yo Superior la información que requiere para continuar su ascenso sin intermediarios; tarea común con otras personas que no canalizan pero que tienen otras tareas de vida igualmente válidas e importantes. También lo es la percepción de la esencia espiritual de los maestros más allegados a su línea espiritual sin pretender convertirse en vocero “autorizado” de los mismos. Consideramos delicado desde el punto de vista ético, personalizar a grandes maestros sin la debida y responsable preparación que ello amerita, dado el gran margen de error que se da con frecuencia a través de los roles egoicos de los canalizadores.
El trabajo que viene realizando Horacio Velmont es, entonces, de estructuración y anclaje de dicha tarea de los canalizadores. Su labor ha sido investigar y crear una interpretación de los hechos sintetizados y a veces sueltos que los canalizadores le transmiten. Sorpresivamente para los canalizadores mucha de la información percibida ha coincidido plenamente con las observaciones, testimonios e informes que muchos investigadores  hoy en día divulgan en sus páginas web.
Estas coincidencias han dado lugar a interpretar nuestro trabajo como mera copia de algunos de los datos encontrados por lectores en internet. Con referente a este asunto puede ser de utilidad aclarar que los canalizadores son una pareja que conforman una familia normal, con hijos que demandan tiempo casi permanente y viven solos en una zona de campo, realizando tareas comunes y de supervivencia como cualquier otra familia. Ambos con profesiones  (Música y Nutrición respectivamente) que usan como medio de subsistencia y con relativamente poco espacio para investigar en la web los pormenores relacionados a la gran cantidad de temas que se abordan en el grupo. De no ser por sus capacidades de percepción, poco podría compartirse ante la falta de lecturas, que de hecho consideran, pueden generar preconceptos más arraigados en sus canalizaciones. Esto no excluye que trabajen en su mejoramiento espiritual y que se familiaricen de manera general con los temas para tener bases que les permitan un lenguaje apropiado y fluido en la transmisión de sus mensajes.

Gracias  al trabajo de Horacio Velmont, las percepciones son ampliadas y fundamentadas con mayor peso con hechos y experiencias de otros autores. Así mismo Ariel Casalucci refuerza la labor con comentarios y aclaraciones propicias dado su mayor tiempo para la redacción, y transcripción de las sesiones de audio. Este trabajo en equipo es lo que se ve reflejado en nuestras páginas.

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