jueves, 2 de octubre de 2014

Los niños y la homosexualidad

HABLAR A LOS NIÑOS SOBRE HOMOSEXUALIDAD


Hemos recibido la inquietud de consultantes acerca del tema de la homosexualidad y dentro de una de estas preguntas nos ha llamado la atención la preocupación de algunos sobre cómo explicar a los pequeños la existencia  de la homosexualidad y sus manifestaciones sociales que cada vez son más difundidas en los medios o expresadas de manera espontánea en la vida social.
En un caso particular, unos niños en edad escolar preguntaron a sus padres acerca de familiares cercanos cuyo comportamiento no entienden y expresan cuestiones como: ¿Por qué el tío “P” tiene una novia hombre?, o ¿Por qué duermen juntos?, o ¿Por qué, si es un hombre se viste y se peina o maquilla como una mujer?.  Y los padres suelen sentirse turbados, sin encontrar la manera de explicarles un asunto, que para muchos es difícil de aceptar.
Los niños con su gran inteligencia saben de una manera intuitiva que “algo fuera de lo común está sucediendo allí”, porque en realidad se sale del orden natural, más allá de que ciertos sectores  hoy día, en nombre de la tolerancia – la cual es definitivamente necesaria-, busque igualar su condición a la de la familia tradicional heterosexual.
La razón por la cual a la mayoría de los adultos les cuesta bastante dar una explicación clara a los niños sobre este tema, y especialmente que no sea agresiva ni discriminante, es porque a ellos mismos les cuesta casi siempre comprender porque una persona ha elegido o vive la experiencia homosexual y a veces también porque dentro de su interior esconden cierto rechazo, consciente o a veces inconsciente.
Cuando un padre investiga este asunto, recibe información con mente abierta y forma su propia postura sobre el mismo de manera segura, entonces podrá abordar a los niños con respuestas que los satisfagan sin generarles prejuicios ni temores. De ahí la importancia de que en principio el adulto obtenga esta información de fuentes serias e imparciales si siente que necesita herramientas para asumir tal postura. También es  de suma importancia el lenguaje que se utilice, a la medida de sus demandas y de manera simple sin usar términos psicológicos o complejos. Todas las preguntas de los niños, en general, deben ser respondidas sin omisiones, pero para ello el adulto debe recordar el nivel de comprensión en el que ellos se encuentran de acuerdo a su edad y en especial, responder sólo lo que ellos preguntan. Nada más ni nada menos.
Si la pregunta específica es ¿por qué a mi primo “J” le gusta comportarse como mujer?, puedo decirle que es su elección y que a pesar de ser físicamente un hombre está más cómodo actuando y sintiendo como mujer. Es posible que detrás de una respuesta así lleguen más preguntas y sea necesario contarle – a manera de cuento corto – porqué decidió ser y actuar así: “Cuando él era pequeño como vos, le gustaban estas cosas…y al crecer se dio cuenta que…”
Nuestra sugerencia es que le expliquemos a los niños que las personas que actúan como mujeres, siendo hombres “por fuera” (es decir que tiene sus órganos genitales y características de hombres), y viceversa, lo hacen porque internamente (en su interior) se sienten mejor actuando como el sexo opuesto. Decirles que a esto se le llama ser homosexual y que algunas personas simplemente son así, a unos porque les agrada y lo han decidido y otros porque desde pequeños nacieron con un cuerpo que les hace sentirse así.
Podemos explicarles también que sentirse como mujer o cómo hombre significa que les gusta o les atrae las cosas que comúnmente hacen las mujeres o los hombres y darles ejemplos sencillos, por ejemplo que a algunos hombres homosexuales les puede gustar maquillarse y tener ropa y accesorios femeninos porque les gusta expresar la belleza, como le pasa a las mujeres; también pueden sentirse atraídos por las cualidades de otros hombres, y por tareas más femeninas, como el diseño, la culinaria, la decoración, etc.; sin ir necesariamente al tema sexual. Pero no siempre hay que ampliarles tal información pues los niños son los que expresan de manera natural cuándo necesitan más respuestas. Casi siempre se quedan tranquilos con respuestas cortas y simples y no requieren ninguna cátedra sobre los temas, ni consejos ni retórica de tipo moralista. Incluso extenderse más de lo necesario puede resultar más confuso para ellos que esclarecedor.
En todo caso responder a preguntas relacionadas con la homosexualidad, dependiendo de la edad del niño, puede ser una oportunidad para hablarles de los roles femenino y masculino y ayudarles a entender las diferencias básicas y naturales entre hombres y mujeres, siempre que estén interesados en el tema. Que aprendan a diferenciar que una cosa es el sexo con el que se nace (lo biológico y genital) y otra el rol que se asume en la sociedad como mujer o como hombre, el cual se adquiere con la familia y la cultura, y que existen actividades para los cuales cada género puede tener más facilidad o habilidad natural. Lo que con esto ellos pueden concluir frente a la homosexualidad es que algunas personas no se identifican con el sexo con el que nacieron y prefieren asumir los roles del sexo opuesto y eso los hace felices o estar más en paz con lo que ellos sienten por dentro. También  de cierta manera, esa claridad frente a los roles y las cualidades de lo masculino y lo femenino (ambas están en todas las personas sin importar su sexo, pero se expresan con marcada fuerza en el sexo correspondiente. Ver lectura recomendada.) les permitirá a los niños conocerse y entender su propio proceso de crecimiento como niños y niñas, aceptando su sexo y género con seguridad y autoestima.
La curiosidad de los niños es infinita, y lo importante es que los adultos sean lo suficientemente maduros y abiertos como para hablarles con soltura y tranquilidad. Que entiendan sus preguntas de manera sana sin generar conflicto, sin sentir temor para que no sea trasmitido a los niños ese sentimiento y que ayuden a los niños a adaptarse a una sociedad donde muchos hombres y mujeres viven esta experiencia, la cual no tiene porqué señalarse o juzgarse por el hecho de no ser “la norma”. Es muy probable que los padres sean los que terminen sorprendidos de la sabiduría innata de sus hijos y sean de ellos quienes aprendan justamente el respeto por las diferencias entre los seres humanos.

Lecturas recomendadas:


Para más información sobre este tema ver en "Consultas": Aclaraciones sobre la homosexualidad y Adopción de niños por parejas homosexuales

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