jueves, 30 de octubre de 2014

Aclaraciones sobre el aborto

UNA DECISIÓN QUE RARA VEZ SE JUSTIFICA



NOTA ADICIONAL DE HORACIO VELMONT

Quedaba una cuestión pendiente a aclarar y se la consulté a Denyse en los siguientes términos: ¿El único caso de aborto provocado admisible sería el realizado con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y siempre que este peligro no puede ser evitado por otros medios? Para el Código Penal argentino el aborto no es punlible precisamente en este caso, agregando como condición de no punibilidad que haya intervenido un médico diplomado y haya habido consentimiento de la mujer encinta. Obviamente, si por alguna razón la mujer encinta no puede prestar consentimiento lo tendrá que dar su representante legal o en última instancia el juez.

La respuesta de Denyse fue la siguiente: Horacio: Si bien una persona ética siempre está a favor de la conservación y protección de la vida, no importa la etapa evolutiva en la cual esta se manifieste; también es cierto que ante circunstancias donde se debe decidir cuál es el menor daño que puede generarse -pues cualquier decisión afectará a alguno de los implicados-, debe meditarse con cuidado las consecuencias para todos de las posibles decisiones que se tomen. Estas decisiones no deben estar influenciadas por el prejuicio, como es el de “no matar” cuando la situación lo amerita desafortunadamente.

Si uno elije arriesgar a la madre permitiendo la vida del menor por “amor” a su vida, finalmente se incumplen las leyes del Principio Vida desde otras perspectivas, ya que acceder a la vida física es relativamente más accesible que afrontar una vida física con una vida psicológica endeble por falta de madre. El sacrificio de una madre en estas circunstancias es demasiado costoso para terminar dejando un hijo con una vida traumática desde el nacimiento. Mientras que una madre recuperada y sana tiene más posibilidades a futuro de permitirle la llegada a esa alma en otra oportunidad. Recuerda que hasta en el acto de matar, también puede estar el amor, como compasión por la criatura enferma desde el vientre que merece una vida mejor, y por la madre para salvar su vida. De hecho se necesita más amor y más valor para renunciar a un hijo en estas condiciones , que el escudarse en el “no matar” por apego psicológico, que finalmente no son más que una necesidad afectiva del ego.

Esta acción es muy diferente a la de provocar un aborto por rechazo, que es la causa que se discutió en el diálogo, aun dejando a la madre la decisión consciente conociendo el karma que podía vivir después.

Esta acción de proteger la vida de la madre y “liberar” el alma del feto enfermo no tiene por qué generar un karma negativo. La disyuntiva ya es en sí misma una situación karmática que mediante la recta acción puede superarse.

 COMENTARIO DE ARIEL C.

Como médico sé que efectivamente hay ciertas situaciones donde es imposible que una mujer enferma de ciertas cosas lleve a cabo un embarazo exitoso, si bien las veces que esto coincide son pocas. Hace unos años hubo un caso resonante en un hospital publico de la ciudad de Santa Fe, donde una mujer enferma de cáncer, y en tratamiento, pidió el aborto terapéutico y todo un comité científico y ético la avaló, ya que las pruebas demostraron que era imposible llevar a cabo el embarazo, que la mujer no iba a vivir. Pero aun así el director del hospital y otros fanáticos se negaron y el aborto no se realizó. El resultado: murió la mujer estando embarazada, por lo cual fallecieron los dos, ella y el feto. Luego de eso se armó tanto lío que rodo la cabeza del director del hospital…

Otro asunto es el de las violaciones, sobre todo cuando sucede en menores de edad. Porque si bien sabemos y ya se hizo una web sobre esto, de que incluso el embarazo por una violación no amerita el aborto, ya que es por un karma, hay casos más profundos como en las menores de edad, donde por su inmadurez física corre peligro también la vida de la madre como en el caso que mencioné mas arriba.

Y hay una pregunta extra, que hago yo personalmente: imaginemos que yo fuera diputado y en el Congreso se presenta una ley para despenalizar el aborto, o sea, para legalizarlo. Como tendría que votar???

Porque por un lado, si voto por el SÏ estoy siendo cómplice de algo que sé que es incorrecto. Pero si voto por el NO también estoy impidiendo que la gente ejerza su libre albedrio y de todos modos las que quieran abortar van a hacerlo igual, pero en clínicas ilegales y la mayoría en casas de “matronas”, que hacen el trabajo sin ninguna medida de higiene ni técnica, ni seguridad, ni nada…

Aquí, en Argentina, justamente la gran cantidad de muertes de mujeres por abortos en estas condiciones clandestinas es lo que ha llevado a muchos grupos a proponer la legalizacion completa del aborto para que éste sea realizado en hospitales, por un médico capacitado y con debidas medidas técnicas e higiénicas. Las personas de dinero recurren a médicos “amigos”, pero en los barrios humildes se utilizan todo tipo de técnicas para realizar un aborto, como por ejemplo meter una aguja de tejer en el útero para “raspar” su contenido, lo cual es una bestialidad. Por eso la gran cantidad de muertes de mujeres en estas condiciones clandestinas.

O sea, si de todos modos lo van a hacer, ¿no seria mejor entonces legalizarlo y que se haga en condiciones sanitarias optimas?¿Cómo tendría que votar? ¿Por el SÏ, por el NO, o mejor la ABSTENCIÓN?, que está como posibilidad en el Congreso, suponiendo siempre que yo (o cualquiera) fuera diputado y estamos tratando esa una ley de legalización el aborto.

COMENTARIO DE DENYSE

Ariel:
Cuando se tiene a cargo la enorme responsabilidad de decidir por la aplicación o no de una determinada ley, se debe tener la claridad de como operan las leyes universales en la vida humana. No se presentan en tal caso disyuntivas como la que planteas cuando se entiende que las consecuencias de una determinada ley humana producen sus correspondientes efectos en las acciones y en el karma personal y colectivo.

Si se decide negar la posibilidad del aborto de una manera arbitraria sin analizar las situaciones particulares y excepcionales como las que tu mismo has planteado se obstaculizaría la posibilidad de tomar medidas que puedan salvar la vida de una mujer y/o evitar la degradación o el sufrimiento físico de una criatura. Por eso una ley de esta magnitud no puede decidirse con un SI o un NO, sino que debe ser ajustada a las situaciones posibles en que el aborto se realizaría teniendo muy clara la finalidad de tal práctica.

Es apenas obvio que la finalidad, en cambio, para quien practique un aborto clandestino, es deshacerse de una responsabilidad que el karma ha puesto en la vida de una pareja o una mujer, aun cuando haya sido violada. Si se entiende la ley de causa efecto, una ley humana guiada por esta, se ajustaría a proteger la vida y la integridad del inocente, antes que evitarle “la carga” al adulto o adultos responsables.

Lógicamente en un mundo como éste, tal medida debe estar acompañada de un proceso educativo que “rehabilite” moral y socialmente a un adulto con intensión de pasar por encima de esta restricción o abanderar tal favoritismo (el permiso legal para asesinar una criatura excusándose en incapacidad de asumir tal responsabilidad kármica). La ley sola no sería, por eso, suficiente y lo que se logra es que las personas sigan realizando estas actividades clandestinamente.

Pero una cosa es que la ley establezca unos límites de acción a las personas para que otras leyes fundamentales o “sagradas” sean cumplidas y comprendidas, y otra muy diferente que con la ley se quiera mantener todo en cierto “orden controlado”. El intentar que una ley pueda generar un orden en este mundo caótico y olvidado de todo principio sagrado sí que es una utopía, porque sin la comprensión del sentido de la ley, se crean más leyes de las necesarias.

Mi opinión es que ni las leyes, ni los políticos que las aprueban pueden llevar sobre sus hombros la responsabilidad individual. Aun cuando una ley pueda ser lo suficientemente abierta como para evitar “muertes por clandestinidad”, las muertes seguirán ocurriendo con un agravante: la permisividad amoral de quienes aprueban tales “libertades”.

Pero sabemos que en este mundo lleno de políticos sin ética y sobretodo sin “sabiduría”, lo más fácil sería dejar que la gente mate inocentes, pues al fin y al cabo no existe un sistema que contenga la ignorancia y la perversión de quienes propician situaciones de embarazos no deseados. Es más fácil rendirse ante la masa enferma, dejarlos hacer, con aprobación legal, que poner límites verdaderamente acordes a cada situación y que al menos dé cuenta de la rectitud de quienes estiman las leyes de manera justa. Como ves, si no cambian los que hacen y aprueban las leyes, poco o nada se puede hacer…y si no se educa a la gente, menos aún.


Un abrazo

Ver también Diálogo sobre el aborto provocado" en este blog en "Conciencia social"

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