sábado, 20 de septiembre de 2014

El extraño caso del Cabo Valdés

Por: Horacio Velmont


Antes de brindar la solución del caso conviene reseñar de qué se trata el caso del Cabo Valdés. En la Red hay infinidad de artículos que lo relatan. El que se transcribe es de Wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Caso_Cabo_Vald%C3%A9s).
Definición
Se denomina el Caso Valdés o Caso del Cabo Valdés al más famoso incidente con Ovnis ocurrido en Chile. Aconteció de la madrugada del día 25 de abril de 1977 en la zona de Pampa Lluscuma (en la actual Región de Arica y Parinacota) a 5 kilómetros de la localidad de Putre.
Consistió en la supuesta abducción de Armando Valdés Garrido, cabo de una patrulla del Ejército de Chile. El caso tuvo una gran repercusión tanto en la comunidad ufológica como en la prensa de la época.
A pesar de que por décadas ha sido considerado un caso emblemático de abducción en Chile, en el 2º Encuentro Ufológico de Maipú el propio cabo Valdés hizo un discurso público, volviendo a plantear que en realidad la supuesta abducción fue solo una mala interpretación del relato de sus soldados, que por estar frente a la luz le perdieron de vista cuando fue a orinar y desmintió públicamente a algunos ufólogos que sostenían otra cosa.
Armando Valdés Garrido nació el 24 de diciembre de 1954 en Santiago de Chile. En 1973 Se presentó al servicio militar e ingresó en 1974. Fue trasladado a Putre, donde se licenció como instructor, el acontecimiento ocurrió cuando tenía 23 años de edad.


Versión que niega la abducción
Según una entrevista por la revista española Más “Allá”, Valdés habría aclarado lo que ocurrió. Una fuerte luz desconocida en medio de una neblina asustó al grupo de militares que estaban en un punto fronterizo bajo una situación de riesgo prebélico y a los animales que cuidaban, que rompieron una pared que con dificultad habían construido.
Los militares se replegaron al rancho o refugio y apagaron el fuego que les delataba su posición y quedaron atrapados a oscuras frente a una luz que les enceguecía y cubría la única salida. Tras un rato el cabo salió a enfrentar la luz y les gritó para que se identificaran.
Mientras los soldados asustados quedaban dentro sin poder ver por el foco de luz que les apuntaba, Valdés decidió moverse a un punto donde la luz no le apuntara y poder ver bien y se puso por detrás de una pared donde aprovechó para orinar. Permaneció ahí escuchando a sus soldados y sin saber qué hacer.
Cuando escuchó que sus soldados pensaban salir disparando, se apresuró en regresar y saltó frente a la única puerta sorprendiendo a los soldados que sólo le vieron aparecer frente a la luz. Dijo algunas palabras que asustaron aún más a los soldados. Luego se durmieron.
Al día siguiente los soldados contaron su versión de lo que pudieron ver, que se difundió con diversos detalles adicionales. Ellos afirmaron que cuando se reencontraron con el cabo, el yacía recostado en el suelo y que cuando se acercaron él repitió la frase que se detalla en el relato oficial.
En esa época, Chile se encontraba bajo una dictadura militar cuestionada por sus violaciones a los derechos humanos y con control absoluto de la prensa y se sostiene que este contexto dificultó desmentir en ese momento las versiones de la prensa. El gobierno aprovechó el mito que se creaba para ocultar la existencia de cientos de caballos militares tan cerca de la frontera, que delataba los planes estratégicos frente al inminente conflicto.

Versión que apoya la abducción
Según algunas entrevistas al Cabo Valdés, páginas chrisna estuvo aquí de comunicación, los hechos acontecieron a las 3:45 de la madrugada cuando una patrulla perteneciente al regimiento Huamachuco, integrada por los soldados: Humberto Rojas Bell, Iván Robles Riera, Germán Riquelme Valle, Raúl Salinas, Pedro Rosales, Juan Reyes, y Julio E. Rojas Suárez, al mando del cabo Armando Valdés (algunas fuentes ufológicas han llegado a afirmar la participación de unos militares e ingenieros israelíes, que participaban en unas maniobras estratégicas ) tras compartir al calor de una fogata vieron una luz que descendía y se posaba entre las colinas, a unos 500 metros. El cabo como líder se internó en la luminosidad y habría desaparecido. Según los testimonios regresó 15 minutos después y se desvaneció. Cuando recuperó la conciencia dijo: “Ustedes no saben quiénes somos ni de dónde venimos, pero les aseguro que pronto volveremos”, tras lo cual volvió a desmayarse. Sus compañeros señalaron que tras la experiencia, su rostro mostraba una barba de varios días, aunque Valdés supuestamente se había afeitado un momento antes de su desaparición. Además, su reloj digital se había parado y el marcador de la fecha señalaba cinco días más tarde, como si para Valdés hubiera transcurrido una semana en vez de unos unos minutos.
El Cabo Valdés fue entrevistado por Cuarto Milenio, un programa televisivo que trata en general sobre temáticas sobrenaturales. En esta entrevista el Cabo niega la versión en la que él se había ido a orinar en momentos de la aparición de la luz, y ratifica su desaparición y su amnesia durante el momento de su supuesta abducción.


Cuestionamientos
Durante años la historia no tuvo investigación seria ni cuestionamientos. Solo tras el fin de la dictadura comenzaron a hacerse públicas las objeciones:
Nunca fue una patrulla: En realidad era un grupo de soldados que cuidaban los caballos del ejército. La prensa y el ejército le denominaron patrulla por el problema limítrofe.
Nunca se estudió ni fotografió el reloj en cuestión. La versión es que, según Valdés, los extraterrestres volvieron al otro día y se lo llevaron para no dejar rastros.
Existían contradicciones entre los diferentes versiones dadas por prensa ufológica propias de las diferentes investigaciones de este tipo de eventos.


Confesión de Valdés
El ex cabo Valdés se desempeña como pastor de iglesia protestante en Chile y en todas las últimas entrevistas públicas que ha dado se ha dedicado a desmitificar la historia.
A pesar de que existe una entrevista (que data de inicios del 2009) en las que el propio cabo Valdés asegura que no existió ninguna abducción, que fue una broma o histrionismo fruto del estreés, y que en realidad solo se había ido a orinar durante los 15 minutos de su desaparición. En otra entrevista hecha al cabo por el periodista Iker Jiménez Valdés parece contradecir su confesión y retornar a su versión original, pero solo debido a que la entrevista recién fue emitida a mediados de ese año. El propio Valdés desmintió a Iker Jiménez en el “II Encuentro Ufológico de Maipú” donde repitió varias veces “nunca fui abducido”.
El 18 de febrero de 2013 tras una entrevista con TVN de Chile, el cabo Valdés indica que toda la historia fue falsa.

LA VERDADERA HISTORIA
En realidad, cuando uno sabe la verdad de los hechos, todas las dudas se aclaran, y eso es lo que me sucedió a mí cuando consulté el caso con los profesores del Grupo Ruanel. Recuerden que nos separan más de 300 km, ya que yo estoy en la Capital y ellos en Rosario, por lo que nuestros diálogos son a través de emails.
No está de más reiterar que yo me guío por las percepciones mediúmnicas o intuitivas, cada uno las llamará como quiera, de dichos profesores, especialmente de Daniel y Denyse, que luego paso por el tamiz del sentido común y por supuesto por los hechos históricos. Y escribo un artículo cuando siento que todo concuerda. Pero, como ya lo dije en numerosas ocasiones, cada uno hará su propia evaluación y la develación del enigma lo incorporará o no como verdad.
En principio, el hecho verdadero es que sí hubo una luz, que sí esa luz provenía de un Ovni, y que sí el cabo Valdés fue el principal protagonista de lo que allí aconteció.
También como pauta, no es cierto que el Ovni estaba tripulado por extraterrestres, sino por terrestres, y para más datos, alemanes, siendo su procedencia la colonia de esta nacionalidad que se encuentra en la base antártica.
No se trató de un encuentro premeditado de estos tripulantes, sino más bien debido al azar, ya que este tipo de patrullajes lo hacen como rutina.
No estará de más aclarar que en la inmensa mayoría de los casos de avistajes de Ovnis, éstos no proceden del espacio exterior sino de la Tierra hueca, donde hay una civilización superior a la humana. Naturalmente es un hecho que se oculta.
La transcripción de las explicaciones que me dio Daniel aclararán el resto. A mi pregunta inicial sobre lo sucedido con el cabo Valdés, Daniel me respondió:
“El caso Valdez no es complicado, es verdad el caso de él, lo que produjo su crecimiento de la barba y su estado como de shock, temblor como si tuviera hipotermia todo tuvo que ver con el efecto de esa energía del Ovni que puede producir alteraciones celulares, biológicas, pérdidas de memoria, etc. El Ovni era de aquí, alemán, no de otro planeta… Cuando el cabo reacciona dice algo así como: ‘ustedes no saben de dónde venimos’ justamente porque, como se piensa generalmente que los platos son de otros planetas, y como él los vio cómo eran, llegó a esa conclusión…Luego el mismo Cabo sale contando que fue todo mentira, pero esto no es verdad, ahí es donde miente porque el caso es real, pero al tener ya después un pensamiento más religioso y los religiosos piensan que hablar de eso a la gente es darle armas al Diablo para tentarnos, salió negando todo, ‘para no darle armas a Satanás para engañar’ “.
Como me quedaban algunas dudas, le volví a preguntar: “Daniel: Está claro, pero necesitaría saber si fue abducido y si lo fue por qué razón. Además, por qué se presentó ante ellos este Ovni ‘alemán’… ¿Alemanes de la Antártida, donde se dice que hay una colonia o una ciudad alemana? ¿Y por qué solo a él le produjo estas cosas…?”.
La respuesta de Daniel fue clara: “Nadie lo abdujo ni nada, Valdés solo se acercó al radio y vio a uno de ellos nomás; los demás no estaban cerca…”.
No comprendí lo que dijo sobre eso de que “se acercó al radio”, pero me aclaró que se refería  a “la distancia hasta donde llega el efecto de esa energía que produjo esas reacciones en el cabo”.
Medité unos instantes y se me ocurrió que esos tripulantes quizás solo quisieron hacerle una broma a los soldados asustándolos –¿por qué no?– pero Daniel lo negó rotundamente diciéndome que ése no era en absoluto el propósito. En cuanto a su lugar de origen me reveló que provenían “de la colonia alemana cuya base se encuentra en los Polos”, reiterándome que los tripulantes del Ovni eran alemanes.



Ahora todo estaba más claro, pero faltaba lo último y le pregunté nuevamente: “¿Cuál fue el propósito de esos tripulantes alemanes para presentarse en ese lugar o ante esa patrulla y para decir esa frase que luego repitió Valdés de que ustedes no saben de dónde venimos y volveremos… ¿Ese volveremos es por la idea nazi de que la derrota de Alemania fue momentánea, ya que en esa colonia a lo mejor tienen idea de reflotar el nazismo… ¿es algo así?”.
Y la respuesta final de Daniel no dejó más dudas: “No, no, eso de que ‘ustedes no se imaginan de dónde venimos’ fue una expresión que surgió del cabo, no de los tripulantes, y no había intención de nada con esa patrulla, solo estaban justo ahí… Ellos andan por todos lados… Como mayormente se cree que los Ovnis vienen de otros planetas, este cabo, al ver a un tripulante descender de la nave pensó que era un extraterrestre y que ahí estaba la respuesta a la pregunta de dónde venían, por eso dijo eso”.
De cualquier manera, y esto es mi opinión personal, estas palabras del cabo Valdés no tienen mucho sentido si surgieron solo de él y no del tripulante de la nave, pero no puede esperarse coherencia de alguien que venga de pasar por una experiencia tan traumática.
Lo expuesto yo creo que es la verdadera historia de lo que le sucedió al cabo Valdés, ya que esto me parece de mucho más sentido común que tener que admitir que haya sido abducido por extraterrestres, que experimentaron con él y que la barba se debe a que la nave se trasladó en el tiempo, o pasó a otro universo, o algo similar de disparatado.
Pero cada uno es dueño de pensar lo que desee sobre este asunto, por supuesto…

LECTURA COMPLEMENTARIA
David Pascual, Los alemanes en la Antártida
http://www.bibliotecapleyades.net/tierra_hueca/esp_tierra_hueca_12.htm

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