Nuestros tres principios (II)

Segundo Principio

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 Promovemos  todos aquellos medios y conocimientos que impulsen el crecimiento espiritual del ser humano, trascendiendo el lenguaje que los diferencia unos de otros y alcanzando en la medida de las posibilidades la esencia común que subyace en ellos.

Tenemos claro que el conocimiento con amplitud de criterio es la clave para el crecimiento y que toda la información que subimos a nuestras páginas van de la mano con los aprendizajes y naturales cambios que sus miembros viven. Nuestro propósito es brindar un mensaje de despertar y lucidez con la cual cada lector pueda contrastar su propio conocimiento e información adquiridos. No estamos a favor de imposiciones ni dogmáticos planteamientos de la verdad, pues consideramos que esta es relativa a los individuos humanos en la actual etapa evolutiva. Respetamos por lo tanto la experiencia nuestra y la de nuestros lectores, abrazamos las ideologías que impliquen una superación del ser humano y un alcance de los valores espirituales más elevados y damos crédito a aquellas enseñanzas tradicionales que conservan y salvaguardan dichos valores, sustentados en los Principios y Leyes Universales. Reconocemos la atemporalidad de los mismos y no los defenestramos por pretender re-crear falsas revoluciones que generen confusión y pérdidas en el difícil trayecto de retorno a nuestra verdadera naturaleza humana.

Por eso muchos de nuestros planteamientos buscan reconstruir con claridad aquellos conceptos que de acuerdo a la experiencia en otros espacios y grupos nos han mostrado el estado de confusión de lectores y seguidores. Nuestra limitación ante tal reto es la exigencia de un tiempo y una depuración consciente de los mismos, pues no buscamos confundir más sino brindar una plataforma de certezas compartidas que en realidad puedan ser útiles para todos aquellos que sean afines a nuestros principios y tenga similares búsquedas. Para dicha tarea y, de acuerdo la experiencia de este primer año de publicaciones, estamos en la construcción de prioridades que nos orienten a  nosotros y a nuestros lectores acerca de los temas que consideramos más oportunos y necesarios para las finalidades de nuestro grupo, tal como lo venimos exponiendo.

Aludimos por lo tanto a la paciencia y al Principio Superior de Inteligencia, de tal manera que nos permita un trabajo pausado pero firme y con discernimiento, de la información canalizada y encontrada en nuestro caminar. De esta misma forma esperamos que nuestros lectores puedan comprender la gran envergadura de tal propósito y se sumen en la práctica de estos principios, no aferrándosen a cada uno de nuestros conceptos sino conservando y alimentando aquel saber que internamente vibre en armonía con su fuero interno.