Contrario a lo que comúnmente se cree, los mensajes
procedentes de seres de mayor nivel evolutivo al nuestro son más simples y
están cargados de un lenguaje más accesible, inspirador y clarificante que las
largas y agotadoras exposiciones de una entidad que busca convencer,
contrariar, sustentar teorías, etc.; esto último está en oposición a la
intención sana, noble, unificadora y compasiva de un ser de alto grado
espiritual, cuyo interés primordial no es llenar los vacíos de conocimiento que
tarde o temprano el hombre está destinado a descubrir, sino a estimular el
despertar del Dios interno en cada hombre, del que “Todo lo sabe” en sí mismo.
Por eso quien se encuentre en búsqueda y comunión con algún maestro en
especial, siempre tendrá la posibilidad de canalizarlo, aun cuando dicha
canalización sea primaria o sencilla; porque los Maestros de verdad no
discriminan a ningún ser humano que esté con ánimo sincero de acercamiento al
conocimiento espiritual. No deja de ser útil, no obstante, el estudio de
conceptos básicos y una gran apertura de criterio, en cuanto a tendencias y
corrientes de pensamiento se refiere, para que los conceptos recibidos no sean
manipulados por el canalizador con intereses personales.
Desafortunadamente hemos encontrado canalizadores que
influenciados notoriamente por sus preconceptos y creencias, dan su tinte
personal al mensaje marcando la estructura de todos sus mensajes de manera tal
que cada canalización sea premeditadamente el sustento y la confirmación de sus
capacidades y de la validez de sus teorías. Muchos mensajes se han utilizado
incluso para poner en boca de una entidad el deseo de reconocimiento y ocultar
la necesidad de control propia del ego del canalizador. La razón por la cual
señalamos esto es con el simple propósito de sugerir que todo mensaje
canalizado sea tomado por su contenido esencial y clarificado a la luz de la
vivencia personal, evitando convertir en dogma todo lo que se diga a través de
este medio. Siempre que el canalizador sea humano, la canalización y el mensaje
nunca estarán exentos de error, pues ningún mensaje es Verdad Absoluta y
ninguna persona que canalice es un ser perfecto.
De esta premisa surge la sana recomendación de ser ecléctico
y buscar la Verdad por diversas fuentes y medios, sin caer en la fanatización
hacia personas que por sus talentos o dones sean tomadas como “salvadores
humanos” o portadores de una verdad única e inalienable. El conocimiento, para
que sea realmente completo y pueda vivenciarse con el tiempo, debe ser una
construcción que tenga en cuentas las diversas “caras” de una sola realidad. El
ser humano íntegro, no solo puede utilizar su intuición y percepciones
superiores para acceder al conocimiento, sino que también puede y debe contrastar
sus percepciones con métodos científicos
o investigaciones y experiencias empíricas donde la inteligencia y el
discernimiento estén presentes.
Para mayor información sobre este tema ver en “Consultas”: Falsa Mediumnidad y Canalización de
Maestros
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